Por Albertina Hernández
Soledades
Hay soledades
Enganchadas en el tronco del espíritu,
Y pesares mojándome el alma.
¡¡¡Hay tanto frio en esta habitación!!!
Y jardines de mosaicos rojos, escondiendo rosas secas.
En un deprimido espacio de columpios oxidados.
Y colores desmallados en el húmedo silencio.
Voces de niños entran por mi ventana,
voces de ancianos,
voces de corazones mendigos
y de corazones adoptados.
Voces encadenadas a un círculo envenenado.
A un mito.
A un pasado.
Son voces del ayer.
Y las de hoy sonaran mañana,
En otra habitación obscura.
Albertina Hernández
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