Bienvenidos a Managuasura La capital del plástico y el cartón Donde los ríos son de mierda Y las piedras, las piedras ya se acabaron hace tiempo ahora solo existen en los pulmones de los sultanes de los barrios Bienvenidos al lugar donde hace años que los niños ya no lloran, porque pasan uniendo tuquito por tuquito sus esencias quebradas con ayuda de la pega de zapato y una armadura de polvo y sudor que los recubre del sol El lugar donde los recuerdos son puntos de referencia De donde fue la Vicky De donde fue el cine Cabrera De donde rompieron miles de vidrios y los enterraron en tu pecho y en mi pecho De donde quemaron a los bebés ... Tres cuadras al Lago Y que es este lugar? Quien sabe Pero si se que no es No es Ni el crujir garapiñado en la suela de mis zapatos Ni la neblina espesa y podrida de polvo que dejan los carros al pasar Ni si quiera el chillido sollozante de los neumáticos cuando frenan en el pavimento ardiente Nada de eso es esta ciudad Creo que esta inmundicia me ha demostrado que es la encarnación de la entropía con un servicio bien hermoso de supernova extra bien frita Un golpe en la entrepierna disfrazado de caricia Una suerte de excremento del perro callejero más flaco y pulgoso de la cuadra Que aquí los sordomudos gobiernan a los ciegos en asambleas con inodoros en vez de sillas Que no importa si todos los sonidos de los timbales más alegres de toditas las zonas rosas del mundo se reunieran en una sola esquina Nunca se podría callar el verdadero rugir de este demonio Managuazofia no merece amor Es mejor seguirla usando Golpeándola sin compasión Tirándola por la ventana de los buses Llenándola de gargajos y chivas de cigarro Cargándola con más escombros de sus escombros de sus escombros Hasta que al final termine auto mutilándose La gran insultada Este espacio soy yo La frustración hecha hombre y la frustración hecha ciudad Las ganas de todo y donde no emana nada El dolor de querer y no poder Y el placer de poder y no querer Un pedacito de tiempo desperdiciado en el párpado del universo Suciedad en las uñas de dios.
Y a pesar de todo
Prefiero parecer un managueño cocido por el sol
Que un pedazo de hielo escondido en la montaña
Eros Fletes