Por Albertina Hernández
Tiempos de reír.
El tiempo pasa.
Por encima de los sueños.
Triste y monótono cuando no puede alcanzarlos.
El tiempo lee las soledades
Y busca al gato para contarle,
Y después se marcha a vivir los sueños de los que sueñan.
A oír ladrar al perro moviendo la cola junto a su dueño,
que baila un vals improvisado con su hija en brazos.
También camina de prisa al parque a oír
el sonido de los besos que se derraman
en los labios de los amantes sigilosos.
El tiempo pasa.
El tiempo pasa una solo vez cada día.
Cada hora cada minuto y segundo.
Vive, y que el tiempo te sorprenda sonriendo,
quizá se quede un rato más dormido con tu sónica risa.
Albertina Hernández
Comments